Hace exactamente un año, el 1 de mayo de 2019, el club mexicano C.F. Monterrey empataba en casa 1-1 contra su archirrival Tigres UANL en la final de vuelta de la Liga de Campeones de la Concacaf para consagrarse como los campeones del certamen en una edición histórica del ‘Clásico Regio’. En ese entonces Diego Alonso, director técnico del Inter Miami, y Rodolfo Pizarro, centrocampista creativo y jugador franquicia del Inter Miami, se encontraban en las filas del conjunto de los Rayados. Ese título significó la segunda Liga de Campeones de la Concacaf en el palmarés de ambos; para Pizarro como futbolista y para Alonso como director técnico, siendo el único entrenador hasta la fecha que la ha logrado ganar con dos equipos distintos.
A pesar de su éxito en ediciones previas del torneo la ambición e ilusión del director técnico uruguayo se mantienen intactas, ya que tiene como objetivo seguir haciendo historia al convertirse en el primer timonel en conquistar la Liga de Campeones de la Concacaf con tres clubes diferentes.
“La sensación de ganar es maravillosa. Es efímera, porque dura solo un día para mí porque ya quiero volver a ganar. Estoy seguro de que la Concacaf la voy a volver a ganar”, declaró Alonso. “Creo que en el historial soy el único entrenador que la ha ganado con dos equipos diferentes y me he planteado el reto de ganarla con Inter Miami por tercera vez”.
En total, Alonso ha dirigido 20 partidos de la Liga de Campeones de la Concacaf, los cuales tuvieron lugar durante sus etapas como entrenador del C.F. Pachuca y de Monterrey, ganando 11, empatando siete y perdiendo solo dos.
En el camino hacia la conquista del título en 2019, bajo la dirección de ‘El Profe’ Alonso Monterrey eliminó al cuadro salvadoreño Alianza Fútbol Club con un marcador global 0-1 en los octavos de final, dejó por fuera al Atlanta United de la MLS con un marcador global de 3-1 en cuartos de final y dejó en el camino al Sporting Kansas City de la MLS en semifinales con un marcador global contundente de 10-2, antes de derrotar a Tigres en la final con un marcador global 2-1 a su favor
“La sensación fue espectacular. Al terminar el partido lo que más recuerdo es saludar a mi familia y recordar de que había vuelto a ganar una copa internacional. Jamás me voy a olvidar de este título. En Monterrey hay una estrella que más brilla y va a ser así por siempre. Así que, el recuerdo es inolvidable”, dijo Alonso.
“Fue uno de los partidos más bonitos que me tocó jugar con Monterrey, me salía todo. Es un muy buen recuerdo,” agregó Pizarro.
